A veces… en las tardes envueltas,
en cálidos susurros y olvidados cantares
Me acuerdo de tu risa y ternura,
caminando por veredas disipadas,
pero menos que nuestra ventura
Algunas mañanas entre jazmines,
recuerdo el olor de tu cuerpo
Salpicando mi rostro y enrojezco,
con un apocamiento turbado,
y el frescor de los pocos tiempos
Algunas noches en la oscuridad,
mientras mis ideas dibujan en el aire,
formas confinas en la memoria
Te siento apagado y distante,
quizás recordando nuestra historia
Siendo fiel al desdén de los años,
marcamos otros nuevos senderos
Que ni tú, ni yo hemos recorrido,
bajo el manto piadoso del tiempo,
los recuerdos que nunca apagamos
A veces... en algunos lluviosos días,
me acuerdo de tu dulce mirada
De la inmensidad de tu hermosura,
y me veo en una eterna añoranza,
pero más frágil que nuestra ventura.
en cálidos susurros y olvidados cantares
Me acuerdo de tu risa y ternura,
caminando por veredas disipadas,
pero menos que nuestra ventura
Algunas mañanas entre jazmines,
recuerdo el olor de tu cuerpo
Salpicando mi rostro y enrojezco,
con un apocamiento turbado,
y el frescor de los pocos tiempos
Algunas noches en la oscuridad,
mientras mis ideas dibujan en el aire,
formas confinas en la memoria
Te siento apagado y distante,
quizás recordando nuestra historia
Siendo fiel al desdén de los años,
marcamos otros nuevos senderos
Que ni tú, ni yo hemos recorrido,
bajo el manto piadoso del tiempo,
los recuerdos que nunca apagamos
A veces... en algunos lluviosos días,
me acuerdo de tu dulce mirada
De la inmensidad de tu hermosura,
y me veo en una eterna añoranza,
pero más frágil que nuestra ventura.
Recuerdos y añoranzas de un tiempo que se fue, pero que no se olvida.
ResponderEliminarUn abrazo en la noche.