No se puede pedir más a las estrellas,
que unas palabras enamoradas
Unas alas con plumas de seda,
y la sonrisa límpida de tu mirada
Reten para siempre en tus pupilas,
la sufrida fantasía de mis ojos
El impulso que late por mis sienes,
en el retrato gris de mi abandono
Alfombra de rosas el camino,
y protégeme del ciego y cruel destino
De retener tu imagen ilusoria,
ciegamente ceñida en mi espejismo
Porque es duro, vivir sin tu presencia,
porque es triste, el amor que me condena
A invocarte, soñarte, imaginarte,
en los mustios jardines de tu ausencia.
Ana Barroso Molina
Hay ausencias que duelen y pesan en el alma...
ResponderEliminarUn abrazo y feliz fin de semana.